LA GENERACIÓN PERDIDA

 "Todos vosotros sois una generación perdida"

                          - Gertrudis Stein (y Ernest Hemingway)

98, 14, 27, 36.

Números aleatorios a simple vista, pero un montón de nombres para las personas con más tiempo libre.

Una cosa en la que estas cuatro generaciones se parecen es que todas se centraron en España. Poca gente sabe que en Estados Unidos hubo otras tres generaciones con diferente cronología y con otros peces gordos de la literatura.

Dándole contexto a la primera de ellas, la que dos de sus miembros llamaron "generación perdida" estuvo compuesta por los chavales que alcanzaron la mayoría de edad durante la Primera Guerra Mundial. Imagínate que estuvieras pegando tiros en Europa o, como fue el caso de nuestros amigos, expatriado en Francia, cuando deberías estar en una universidad neoyorquina.

Es un sentimiento que debe de dejarte desamparado y, además, el problema que tenemos los escritores es que sabemos exactamente cómo expresar el desamparo en palabras.

Todos ellos tomaron la frustración, el asco de la guerra y el saber por las malas lo que es una ciudad para escribir.

Scott Fitzgerald, que volvería en el Renacimiento estadounidense, se centró en la clase alta y en los vicios con "El Gran Gatsby".

Dos Passos acogió la técnica milenaria de explicar una historia desde distintos puntos de vista, lo que los japoneses llamaban Efecto Rashōmon, y plasmó el urbanismo de posguerra con "Manhattan Transfer".

William Faulkner ni siquiera empezó en esta generación, lo metió el cuentista Anderson, pero aprovechó su temprana experiencia en el pobre sur americano para "La Paga de los Soldados".

Solo mencionaré a dos más: Gertrudis Stein, autora de "Tender Buttons", y Hemingway, al que conocemos muy bien en España.

Ernesto documentó en la tan famosa "Fiesta" que Gertrudis inventó el término que los definiría a todos como grupo literario en una conversación con el dueño de un taller.

La frase fue la que tenéis arriba del artículo.