DRÁCULA Y LAS NOVELAS EPISTOLARES

 " Las cartas son una excelente forma de viajar a algún sitio, pero solo con el corazón"

                                      - Petronio, político romano

El 26 de mayo de 1897, Abraham "Bram" Stoker público un libro que, sin saberlo, cambiaría la forma en la que los literatos veían la novela de terror (al fin y al cabo, el único precedente era Edgar Allan Poe, con "El Cuervo", mientras que Lovecraft tenía 7 años por aquel entonces).

Drácula definitivamente se ha convertido en un clásico de la cultura popular, pero aparte del terror, el libro se caracteriza por un subgénero que llama bastante mi atención: la novela epistolar.

Te estarás preguntando: "Domingo, ¿qué es eso?". Lo primero de todo, una epístola es una carta, aunque se utiliza más en el vocabulario religioso, por ende, una novela epistolar es aquella que está formada por cartas.

Este es un recurso utilizado principalmente para enfatizar aún más en ciertos personajes, jugar un poco con el concepto del narrador y seguir el hilo de la historia de una forma fácil de entender. Ya tenemos ejemplos en la literatura española, como el "Lazarillo de Tormes".

Desde el punto de vista de un escritor novel, esta es la forma perfecta para iniciarse en el submundo de las novelas. Puede servirte para empezar a hacer descripciones y diálogos antes de lanzarte directamente a escribir un libro que en su mayoría va a ser eso: más de 100 páginas de descripciones y diálogos. Es aún más recomendable si ya estás acostumbrado a redactar cartas o e-mails.

Un pajarito me ha dicho que el escritor Domingo Torres se va a decantar por la novela epistolar después de haber sacado su primer libro de poesía. Creo que tiene pensado como título "La Mala Nueva"...