ASIA Y LA LITERATURA: ANTES, TODO ESTO ERA CAMPO

 "No he tenido ningún modelo en la literatura japonesa. Tuve que crear mi propio estilo, mi propio camino"

                                      - Haruki Murakami

Por curiosidad, después de una tanda de escribir en un día en el que tenía la salud regulera, me dio por buscar cuál fue el primer libro de la historia. Alerta de spoiler: ni por asomo es la Biblia.

La humanidad lleva escribiendo (o al menos intentándolo) desde el 3,000 AC. La cosa empezó presuntamente en lo que entonces era la zona de Mesopotamia , con tablas de arcilla y madera en lugar de papel, por lo que eso parecería más artesanía y carpintería que literatura. No se utilizaba la tinta, de hecho, a no ser que se fueran a hacer documentos importantes en piedra o metales preciosos.

Entonces, ¿de qué trataban estos libros?

Eran esencialmente concratos, sentencias judiciales y cosas administrativas, salvo por unas cuantas cartas a figuras de autoridad como faraones. La épica llegó con una de las historias más conocidas de esa época: "La Epopeya de Gilgamesh", en la que se narran las peripecias de un rey sumerio contra bestias y dioses a los que no le cae bien.

Damos un salto hasta el 500 AC, cuando los eruditos de Oriente Próximo (China, Japón...) hacían de las suyas. Sun Tzu escribió un compendio de trece capítulos sobre estrategias militares chinas al que llamó "El Arte de la Guerra". Cuatrocientos años después, se crea el papel en China, lo que dará pie a un legado bastante grande.

En el año 1000, se crea la primera novela de la historia: Genji Monogatari, escrita por una mujer japonesa: Murasaki Shikibu. En ella, se relata la movidita vida de Genji, heredero al trono de un imperio. Aquí, por cierto, empezó el tópico de que la literatura asiática antigua era básicamente pornografía...

Siglos XV y XVI: surgen dos libros que marcan la historia de la literatura asiática. El primero es "El Romance de los Tres Reinos", una novela histórica escrita por Luo Guanzhong que narra las guerras llevadas a cabo en la época del mismo nombre (con detalles exagerados, claro está). El otro es "Viaje al Oeste", la historia de un monje budista atribuida a Wu Cheng'en en su peregrinación para obtener unos archivos sagrados. En esta última obra, apareció por primera vez el dios mono Sun Wukong, que inspiró a personajes como Goku y Superman.

Por último, ya en nuestros días, la literatura en Asia se ha vuelto muy ajustada a los estándares que esperamos de una novela. Ejemplo de ello es Haruki Murakami, autor de "Tokyo Blues" y uno de los mejores escritores actuales. Incluso el concepto del manga (ojo: es un arte aparte que emplea literatura y al cual le debo parte de mi infancia y adolescencia) ha creado una subcultura entera.

Entonces, ¿tiene Murakami razón con que no tuvo ídolos? Definitivamente había dónde inspirarse, pero no seré yo quién lo cuestione.

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