ANTON LAVEY: FILOSOFÍA MARGINADA

 "El hombre es el creador de su propio cielo e infierno. No existen más demonios que los susurros de su ego"

                                              - Eliphas Lévi

El camino de las ideologías es uno que le recomiendo a todo el mundo. Unas cuantas tardes buscando información en Internet y otras cuentas de entrevistas y podcasts sin política de fondo pueden llevarte a un pensamiento que jamás pensaste tener (ojo, todo depende de la personalidad de cada uno). Así, por ejemplo, fue cómo descubrí el satanismo.

Sé lo que estás pensando y, no, ni hago rituales de sacrificio ni le rezo al Diablo. La desinformación llevó a la gente que sabe este dato de mí a una cara de sorpresa, pero lo que yo sigo es una rama del mismo satanismo: el laveyano, fundado por el americano de educación semita Anton Szandor LaVey.

LaVey, en su ambición por saber más y saliendo de un adoctrinamiento, escribió la Biblia Satánica y se hizo con una comunidad en la ciudad de San Francisco: la Iglesia de Satán.

En este grupo que se reunía en la casa de LaVey (actualmente demolida por actos de vandalismo), se daban lo que la gente conoce como "misas negras", que en realidad son discursos que promueven el individualismo y la no creencia en entes sobrenaturales. Se promulgaban incluso mandamientos y principios que contrastan con los cristianos por su mayor lógica, tales como "mostrar respeto en casa ajena" y "no dar avances sexuales si no se tiene el consentimiento de la otra persona".

Actualmente, la hija de LaVey y el sumo sacerdote Peter H. Gilmore siguen las enseñanzas de la Iglesia de Satán con una nueva sede en Nueva York, aunque quizás no se les quite la espina de no obtener el reconocimiento que merecen.

Pero basta ya de rollos; ya que has aprendido a no dejarte llevar por bulos, disfruta de esta noche de Halloween.